lunes, 28 de diciembre de 2015

Primer día de Clase

Ya llego el día en el que nuestros pequeños deben separarse momentáneamente de sus padres, para estar en un ambiente cargado de estímulos donde al mismo tiempo entraran en interacción con niños de su edad.

Este día puede ser muy difícil para el niño, pero también para los padres.  Ninguno está preparado para pasar tantas horas separados. El apego emocional que se ha creado desde el nacimiento hasta este momento es muy fuerte, y por ende es necesario de una orientación para que el proceso de adaptación del niño en la escuela sea más llevadero.

 
Lo primero es involucrar al niño, que conozca de antemano el centro escolar, su aula, su área de juego y que sus futuras maestras pasen un tiempo con él, jugando y conociéndolo un poco para que cuando llegue el día, esté familiarizado con el entorno escolar.
  
Que ayude con la selección de sus útiles escolares como su loncherita y su mochilita, así como también la prueba del uniforme; le permitirá asociarse con el centro.

Ya llegado el día, durante el camino es bueno que el niño este relajado y alegre, colocarle su música favorita será buena idea. Ya en el colegio o centro educativo es bueno que los padres entren al salón de clase y jueguen un poquito con su hijo y con otros niños, de modo que el pequeño se sienta seguro y relajado, la maestra deberá acercarse al pequeño para integrarlo en alguna actividad que llame la atención del niño. En este momento el padre debe irse despidiendo del pequeño para permitirles a las maestras interactuar con el niño. Ojo! es muy importante que los padres siempre se despidan del niño, de lo contrario el pequeño albergará un sentimiento de abandono dificultando más el proceso de adaptación.

Todo esto suena muy bonito, pero sé que a la hora de hacerlo es muy difícil para algunos padres, ya que muchos de los niños estarán llorando de forma desconsolada y no querrán despegarse de sus padres. Si este es el caso, mientras más rápido se despida el padre del niño más rápido será el proceso de adaptación, pero siempre debe despedirse y hacerle saber que lo recogerá luego. En la primera semana es bueno y válido que el padre pase a recoger al niño una o dos horas antes de lo hora de salida establecida por el centro, para que su adaptación al centro sea paulatina.

El proceso de adaptación es diferente para cada niño, unos tienen la capacidad de adaptarse sin ninguna dificultad, mientras que a otros les costará un poco más. Durante este proceso el niño, puede dejar de comer así como cambiar su rutina habitual. Algo muy común que escucho decir a los padres es "mi hijo en casa no se enfermaba y ahora que está en el colegio, siempre tiene algo;"  esto sucede porque está en interacción con otros niños de los cuales, si uno se encuentra enfermo  al jugar e intercambiar juego con los demás, se verá afectado, convirtiéndolo en un círculo infeccioso. Todo esto es normal en este proceso de adaptación, lo recomendable es reforzar las defensas del niño antes de iniciar las clases.

El primer día de clase es una actividad muy bonita e importante  para el niño, no olviden tomarle la foto de recuerdo. 

lunes, 21 de diciembre de 2015

El Poder del Maestro en el Aula


Quiero compartirles los pensamientos de la Tía Victoria, como cariñosamente solía llamarle, quien fue una mujer sabia, poseedora de un corazón temeroso de Dios, pero sobre todo una maestra comprometida con sus alumnos.  Tuve el maravilloso privilegio de conocerla y aprender de ella durante mis años de servicio como maestra.

He llegado a la terrible conclusión de que soy el elemento decisivo en el aula. Es mi actitud personal que crea el clima. Es mi ánimo que hace el ambiente. Como profesor(a) tengo el tremendo poder de hacer la vida de un niño miserable o feliz. Puedo ser instrumento de tortura o de inspiración. Puedo humillar o exhortar, herir o sanar. En toda situación es mi reacción que decide si una crisis es superada o frustratoria, y si un niño es humanizado o deshumanizado.”

Cada mañana antes de entrar al salón de clase tomemos unos minutos para meditar en estas hermosas palabras y hagámonos eco de la misma.

 Autoevaluémonos a ver si realmente estamos siendo de bendición para nuestros alumnos, y que Dios nos libre de lo contrario; porque en el futuro veremos nuestra semilla germinar en cada uno de ellos y es cuando nos daremos cuenta si hicimos un buen o mal trabajo.

Como maestros tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos no la desperdiciemos.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Educando con el Corazón


  
Aristóteles dijo: "Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto." Si los sentimientos se generan en el cerebro y no en el corazón; a que se refería Aristóteles con educar el corazón, es posible educar el corazón? y si es posible, como se educa el corazón?

Sabemos que repetir y memorizar datos no es la manera en que se educa al cerebro; que este necesita más que eso para poder aprender y absorber las informaciones del medio; necesita de las emociones, experimentar y probar todo lo que se genera dentro de él. Y es aquí donde entra el corazón, educar no es meramente pasar los conocimientos adquiridos, es saber y conocer las necesidades que tiene el niño, identificarnos con él, querer conocer las causas por las cuales aún no se aprende la lección dada.

 Muchos maestros piensan que su tarea solo se centra dentro del  horario de clase del alumno y pienso que si realmente se tiene vocación y pasión por esta hermosa carrera hay que ir más allá de un horario y salón de clase. La tarea del educador nunca termina, no tiene fecha de vencimiento, ya que desde que nacemos hasta que morimos estamos educando y/o aprendiendo de alguien.

Recientemente una amistad me conto algo que me dejo anonadada. En uno de los colegios de muy buen renombre de Santo Domingo, dos niños de igual edad se pelearon durante el recreo (algo muy común para la edad de estos niños de 4 a 6 años). Uno de los niños cuenta con su hermano mayor, en bachillerato, que decidió intervenir, algo que también es comprensible puesto que esta defendiendo a su hermano menor. Lo que realmente me impacto fue la conducta del director del centro educacional, el cual le dijo a los padres del niño agresor que si este volvía a tener un incidente similar con el mismo niño permitirá que el hermano mayor interviniera en el asunto. Esto, lógicamente, no es educar con el corazón. La actitud de este director fue la de una persona con poco escrúpulos y el cual no aprovecho el momento para realmente educar a los niños sobre los comportamientos inadecuados y la resolución de conflictos.


Educar con el corazón se refiere a que si tengo un niño en mi salón que no se relaciona con los demás, hace cosas repetitivas, su vocabulario no es tan enriquecido como el resto del grupo, saber que algo no anda bien con ese niño y que por ende debo referirlo a la psicóloga escolar para una evaluación y posteriormente informar a los padres, en lugar de exigirle, y hacerle trabajar el doble del tiempo que los demás solo porque no estoy educando con el corazón. 

Cuando no ponemos el corazón en lo que hacemos obviamos muchas cosas importantes, dañando la salud emocional de los niños, retrasando en muchos de los casos un diagnostico a tiempo de un trastorno de aprendizaje.

 Educar con el corazón es ponerle amor a lo que hacemos, es dar la milla extra por nuestros estudiantes; interesarnos, preocuparnos por sus intereses y por su bienestar. Pienso que a esto es lo que se refería Aristóteles  y cuando logremos educar la mente con el corazón obtendremos mejores resultados. 

lunes, 7 de diciembre de 2015

Educación Libre Vs Educación Tradicional


"La educación, en el verdadero sentido, capacita al individuo para ser maduro y libre, para florecer abundantemente en amor y bondad. Este debería ser nuestro autentico interés, y no el de moldear al niño de acuerdo con una norma idealista" Jiddu Krishnamurti.


La educación libre es aquella que se da libremente en un espacio donde el niño escoge cuando y que quiere aprender, respetando el desarrollo evolutivo de cada niño. Aquí no hay exámenes, ni tareas a menos que ellos lo soliciten. El maestro es un acompañante en este proceso de aprendizaje ya que los niños irán construyendo sus propios conocimientos por medio de las experiencias diarias vividas dentro y fuera del centro, el aprendizaje se da integral y no segregado por materias.

La educación tradicional es bien conocida por todos, es por la cual la mayoría fuimos formados bajo un régimen de estudio  donde los exámenes y las tareas forman parte de la planificación del maestro. Aquí los contenidos deben ser "aprendidos" o memorizados por los alumnos en un periodo de tiempo determinado, porque el maestro debe cumplir con la planificación anual, dejando lagunas en los alumnos en muchos de los casos. En este proceso de aprendizaje no se toma en cuenta los intereses del alumno, ellos aprenderán lo que el maestro tenga en su contenido para enseñarles. Por el método empleado supone que todos aprenden de la misma forma y al mismo tiempo, sin respetar el desarrollo de cada alumnos.

Los niños siempre están ávidos de adquirir conocimientos y nos lo demuestran en su etapa de los "por que?" a los dos años de edad, pero matamos esa pasión innata de aprender cuando les imponemos y les decimos que deben aprender, como y cuando deben hacerlo. Es en ese momento cuando pierden el interés y ya no ven el aprendizaje de forma divertida sino mas bien como una obligación. Es como dice John Holt: "Básicamente... el animal humano es un animal de aprendizaje; nos gusta aprender; somos buenos en eso; no es necesario que se nos muestre como hacerlo. Lo que mata el proceso es la gente que interfiere con el, trata de regularlo o controlarlo."

Les invito a ver ENSÉÑAME PERO BONITO (duración aproximada de 50 minutos) un vídeo donde habla de la Educación libre, nos enseña que tan beneficioso puede ser, de la metodología empleada, como resolver los conflictos, entre otros temas concerniente a la Educación Libre ya que la Educación Tradicional la conocemos muy bien.