lunes, 14 de diciembre de 2015

Educando con el Corazón


  
Aristóteles dijo: "Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto." Si los sentimientos se generan en el cerebro y no en el corazón; a que se refería Aristóteles con educar el corazón, es posible educar el corazón? y si es posible, como se educa el corazón?

Sabemos que repetir y memorizar datos no es la manera en que se educa al cerebro; que este necesita más que eso para poder aprender y absorber las informaciones del medio; necesita de las emociones, experimentar y probar todo lo que se genera dentro de él. Y es aquí donde entra el corazón, educar no es meramente pasar los conocimientos adquiridos, es saber y conocer las necesidades que tiene el niño, identificarnos con él, querer conocer las causas por las cuales aún no se aprende la lección dada.

 Muchos maestros piensan que su tarea solo se centra dentro del  horario de clase del alumno y pienso que si realmente se tiene vocación y pasión por esta hermosa carrera hay que ir más allá de un horario y salón de clase. La tarea del educador nunca termina, no tiene fecha de vencimiento, ya que desde que nacemos hasta que morimos estamos educando y/o aprendiendo de alguien.

Recientemente una amistad me conto algo que me dejo anonadada. En uno de los colegios de muy buen renombre de Santo Domingo, dos niños de igual edad se pelearon durante el recreo (algo muy común para la edad de estos niños de 4 a 6 años). Uno de los niños cuenta con su hermano mayor, en bachillerato, que decidió intervenir, algo que también es comprensible puesto que esta defendiendo a su hermano menor. Lo que realmente me impacto fue la conducta del director del centro educacional, el cual le dijo a los padres del niño agresor que si este volvía a tener un incidente similar con el mismo niño permitirá que el hermano mayor interviniera en el asunto. Esto, lógicamente, no es educar con el corazón. La actitud de este director fue la de una persona con poco escrúpulos y el cual no aprovecho el momento para realmente educar a los niños sobre los comportamientos inadecuados y la resolución de conflictos.


Educar con el corazón se refiere a que si tengo un niño en mi salón que no se relaciona con los demás, hace cosas repetitivas, su vocabulario no es tan enriquecido como el resto del grupo, saber que algo no anda bien con ese niño y que por ende debo referirlo a la psicóloga escolar para una evaluación y posteriormente informar a los padres, en lugar de exigirle, y hacerle trabajar el doble del tiempo que los demás solo porque no estoy educando con el corazón. 

Cuando no ponemos el corazón en lo que hacemos obviamos muchas cosas importantes, dañando la salud emocional de los niños, retrasando en muchos de los casos un diagnostico a tiempo de un trastorno de aprendizaje.

 Educar con el corazón es ponerle amor a lo que hacemos, es dar la milla extra por nuestros estudiantes; interesarnos, preocuparnos por sus intereses y por su bienestar. Pienso que a esto es lo que se refería Aristóteles  y cuando logremos educar la mente con el corazón obtendremos mejores resultados. 

4 comentarios:

  1. Dios mio!! No puedo creer que un director actúe de esa manera, el trabajar con niños requiere de paciencia y más aún sabiduría...

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  2. Dios mio!! No puedo creer que un director actúe de esa manera, el trabajar con niños requiere de paciencia y más aún sabiduría...

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    1. Así es, paciencia, sabiduría, amor pero sobre todo vocación, para educar con el corazón.

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    2. Así es, paciencia, sabiduría, amor pero sobre todo vocación, para educar con el corazón.

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