Finlandia y su Sistema Educativo

El sistema educativo de Finlandia se ha convertido en el número uno a nivel mundial, tanto así que su rendimiento de deserción escolar es muy bajo. Es considerado como uno de los mejores evaluados por el informe PISA del 2012. El informe PISA, es un estudio internacional sobre el estado de la educación en distintos países.  

A diferencia del sistema que se maneja en la República Dominicana, su escolaridad inicia a los 7 años, (de forma obligatoria y gratuita hasta los 16) que es cuando aprenden a leer, al tiempo que inician a manejar contenidos temáticos, tienen tres meses de vacaciones, rara vez imparten exámenes y los niños no tienen que realizar tareas en casas, dejándoles tiempo para realizar actividades extracurriculares, como música, pintura, idioma, entre otras.

Una de las modificaciones del sistema educativo de Finlandia es disminuir las horas de estudio; de las 995 horas/año en la educación inicial y primaria y primer ciclo de educación de adultos, en la República Dominicana, ellos tienen 608 horas lectivas. En cuanto a su metodología se centra en la discusión y reflexión de contenidos en lugar de la memorización.

La nueva implementación de abolición de las distintas materias con la aplicación del método phenomenon learning, donde se realizan proyectos, en donde los alumnos se apropiarán de sus propios conocimientos.

Los profesores deben tener a parte de la titulación correspondiente un máster, al cual los finlandeses llaman kasvatus, la misma palabra que usan para nombrar a una madre que educa a un niño. Los profesores tienen la elección de adaptar los contenidos de la manera más conveniente para sus alumnos.

No todos los alumnos bajo este sistema obtienen excelentes notas, pero en este caso, son los mismos alumnos quienes ayudan a sus compañeros a ponerse al día con los temas y/o contenidos que le resulten difíciles, incentivando la independencia y la confianza en ellos mismos.

Pero a pesar de su excelente labor y aporte en el sistema educativo, me pregunto que estará pasando en la vida y en los quehaceres diarios de los finlandeses, que los lleva a posicionarse, paradójicamente entre unos de los países con más alta tasa de suicidios en el mundo.