lunes, 7 de marzo de 2016

Así Aprenden los Bebes

Antes de iniciar debo aclarar que lo compartido a continuación es el resultado de un informe realizado hace un tiempo atras cuyo autor es desconocido.  

El articulo trata de lo equivocados que estaban los psicólogos, filósofos y psiquiatras al pensar que los bebes no tenían valores y que pensaban solo para ellos mismos ya que tras diversos experimentos realizados en universidades diferentes y por varios expertos en la materia, descubrieron y demostraron varios hechos, pensamientos y conductas extraordinarias en los niños de muy corta edad, de los cuales puntualizare a continuación.

 Los niños desde temprana edad aprenden del mundo de la misma manera que lo hacen los científicos: experimentando, observando, mediante análisis estadísticos y formación de teorías intuitivas en el área de lo físico, lo bilógico y lo psicológico
 Los bebes se fijan más en sucesos novedosos o inesperados. En torno a los tres o cuatros años   ya poseen algunas ideas elementales sobre bilogía y empiezan a comprender las nociones de crecimiento, herencia o enfermedad. Los niños pueden ponerse en el lugar de otra persona. Se sospecha que los bebes nacen sabiendo gran parte de lo que saben los adultos sobre el comportamiento de cosas y personas. Los pequeños poseen una gran capacidad para instruirse a partir de pautas estadísticas.
 Los niños pueden detectar regularidades estadísticas en tonos musicales y escenas visuales, así como en patrones gramaticales más abstractos. Los bebes alcanzan incluso a comprender la relación entre una muestra estadística y su población.
 Los bebes se valen de datos estadísticos y de experimentos para establecer relaciones de causa y efecto. Los resultados indican que su pensamiento dista mucho de ser pre-causal.
 Cuando los niños juegan de manera espontánea, están experimentando y buscando relaciones causales, el cual es el mejor método para descubrir cómo funciona el mundo.

Estos descubrimientos tardaron en salir a la luz porque a los niños de estas edades les cuesta expresar sus pensamiento y por otro lado los bebes no saben hablar.

Como ya vimos los niños aprenden como es el mundo al igual que los científicos pero obviamente cuando los niños analizan datos estadísticos o realizan experimentos, no lo hacen de manera consciente. La idea central de la ciencia cognitiva considera el cerebro como una especie de computadora diseñada por la evolución y programada por la experiencia.

Cuando los niños se valen inconscientemente del análisis bayesiano, es muy probable que superen a los adultos a la hora de considerar posibilidades insólitas y esto porque los adultos suelen fiarse más de sus ideas previas sobre el funcionamiento de las cosas.

Desde una perspectiva evolutiva, uno de los rasgos más llamativos del ser humano es su largo periodo de inmadurez. Nuestra infancia dura mucho más que la de cualquier otra especie.

El aprendizaje es fundamental, pero durante este periodo el individuo se encuentra indefenso y es donde entra la evolución para resolver el problema mediante la división de trabajo entre crías y progenitores. Mientras los bebes van aprendiendo de su entorno se encuentran protegidos por sus padres hasta que ellos puedan cumplir con el ciclo de vida.

La corteza prefrontal es una región característica del cerebro humano; su maduración es especialmente prolongada. Gobierna las capacidades de un adulto para centrarse en una acción, planearla y ejecutarla con eficacia. El área prefrontal inhibe pensamientos o actos irrelevantes.

En conclusión los bebes nacen para aprender, su cerebro posee mucha más conexiones entre neuronas y con el tiempo suprimen las conexiones menos empleadas y se refuerzan las más útiles.

Los bebes, lejos de ser adultos incompletos, son seres diseñados por la evolución para explorar, aprender, cambiar y crear.



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