Aristóteles dijo: "Educar la mente sin
educar el corazón, no es educar en absoluto." Si los sentimientos se
generan en el cerebro y no en el corazón; a que se refería Aristóteles con
educar el corazón, es posible educar el corazón? y si es posible, como se educa
el corazón?
Sabemos que repetir y memorizar datos no
es la manera en que se educa al cerebro; que este necesita más que eso para
poder aprender y absorber las informaciones del medio; necesita de las
emociones, experimentar y probar todo lo que se genera dentro de él. Y es aquí
donde entra el corazón, educar no es meramente pasar los conocimientos
adquiridos, es saber y conocer las necesidades que tiene el niño, identificarnos con él, querer conocer las causas por las cuales aún no se aprende la lección
dada.
Muchos maestros piensan que su tarea
solo se centra dentro del horario de clase del alumno y pienso que si
realmente se tiene vocación y pasión por esta hermosa carrera hay que ir más allá
de un horario y salón de clase. La tarea del educador nunca termina, no tiene
fecha de vencimiento, ya que desde que nacemos hasta que morimos estamos
educando y/o aprendiendo de alguien.
Recientemente una amistad me conto algo
que me dejo anonadada. En uno de los colegios de muy buen renombre de Santo
Domingo, dos niños de igual edad se pelearon durante el recreo (algo muy común para
la edad de estos niños de 4 a 6 años). Uno de los niños cuenta con su hermano
mayor, en bachillerato, que decidió intervenir, algo que también es
comprensible puesto que esta defendiendo a su hermano menor. Lo que realmente
me impacto fue la conducta del director del centro educacional, el cual le dijo
a los padres del niño agresor que si este volvía a tener un incidente similar
con el mismo niño permitirá que el hermano mayor interviniera en el asunto. Esto,
lógicamente, no es educar con el corazón. La actitud de este director fue la de
una persona con poco escrúpulos y el cual no aprovecho el momento para
realmente educar a los niños sobre los comportamientos inadecuados y la resolución
de conflictos.
Educar con el corazón se refiere a que si
tengo un niño en mi salón que no se relaciona con los demás, hace cosas
repetitivas, su vocabulario no es tan enriquecido como el resto del grupo,
saber que algo no anda bien con ese niño y que por ende debo referirlo a la psicóloga
escolar para una evaluación y posteriormente informar a los padres, en lugar de
exigirle, y hacerle trabajar el doble del tiempo que los demás solo porque no
estoy educando con el corazón.
Cuando no ponemos el corazón en lo que
hacemos obviamos muchas cosas importantes, dañando la salud emocional de los niños,
retrasando en muchos de los casos un diagnostico a tiempo de un trastorno de
aprendizaje.
Educar con el corazón es ponerle
amor a lo que hacemos, es dar la milla extra por nuestros estudiantes;
interesarnos, preocuparnos por sus intereses y por su bienestar. Pienso que a
esto es lo que se refería Aristóteles y cuando logremos educar la mente
con el corazón obtendremos mejores resultados.
Dios mio!! No puedo creer que un director actúe de esa manera, el trabajar con niños requiere de paciencia y más aún sabiduría...
ResponderBorrarDios mio!! No puedo creer que un director actúe de esa manera, el trabajar con niños requiere de paciencia y más aún sabiduría...
ResponderBorrarAsí es, paciencia, sabiduría, amor pero sobre todo vocación, para educar con el corazón.
BorrarAsí es, paciencia, sabiduría, amor pero sobre todo vocación, para educar con el corazón.
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